Random #31
Todo pasa rápido + las distracciones (proceso creativo)
Hola, ¿Cómo estás?
Todo pasa tan rápido… y a la vez no.
Estuve de viaje y sentí que los días se volaron. Tanta previa, tanto ir de acá para allá… hasta que te duelen los pies.
Volví con una sensación incómoda de todas-las-cosas-que-no-llegué-a-hacer. Tal vez fruto de las expectativas que me hice, que creí realistas, pero puede que no lo fueran tanto. Tomé una pausa en la semana, miré fotos, y entendí que entre el día 1 y el último hicimos un montonazo de cosas. Logré sacudirme ese molestar.
A veces siento que mi vida es un poco así, no sé si te pasa. Si miro el cuadro de hoy y lo comparo con uno de hace 20 años, pienso que todo ha pasado tan rápido. Incluso me da cierta nostalgia. Me hago preguntas del tipo: ¿Habré aprovechado bien? (¡Sí, un plomazo!). Sobre todo con los hijos, que nos marcan esa rapidez mientras crecen.
Tal vez por eso me guste documentar. Me refiero a escribir, tomar fotos... no como un registro exhaustivo —para nada—, de hecho cada vez tomo menos fotos, por ejemplo. Sino como una forma de conservar algunas instantáneas entre un momento y otro. Como una forma de asirme a ese transcurrir. Porque si bien esa consciencia de que el tiempo se nos escapa puede ser útil para valorar el presente, también puede volverse angustiante si se lleva al extremo.
Cuando era chica, en mi disquete de frases (ese que ya te conté otro día), tenía una que decía que no era tan importante contar el tiempo, sino hacer que el tiempo cuente. Cuando tenía 14 me pareció una gran idea, después me pareció súper cursi… y ahora me volvió a la cabeza.
El problemita es que hacer que el tiempo cuente, en nuestra sociedad, está súper relacionado con la productividad y con alcanzar ciertos logros. No tanto con momentos en los que simplemente estamos, y podemos disfrutar de cosas sencillas de la vida, sin prisa.
Anoche hice sopa: tres tipos de zapallo, curry, etc. Sentarse sin pantallas a charlar sobre cómo fue tu día. Nada grande. Tal vez el día de mañana no me acuerde de esto puntualmente, pero es el tipo de cosas que suceden entre un momento y otro. No son grandes hitos, pero le dan textura a los días. No sabemos bien qué pasó en el medio, pero se siente bien.
📖 En el Random anterior te recomendé dos libros de un autor danés.
Acá van algunas ideas de su libro El arte de crear recuerdos:
1. Repetir con intención
“La repetición convierte momentos en rituales, y los rituales en recuerdos.”
Elegí una actividad simple que te guste (como una caminata al atardecer, un desayuno especial los sábados o una palabra clave que usás con alguien querido) y repetíla de forma consciente. La clave está en hacerla tuya, no en lo extraordinario.
2. Activar el “anclaje sensorial”
Los recuerdos se forman mejor cuando hay estímulos sensoriales involucrados.
Pensá: ¿a qué olía tu infancia? (¡qué lindo disparador de escritura, ¿no?!) ¿Qué canción te lleva a un verano específico?
Yo no había leído el libro aún, pero esto me hizo mucho sentido.
Hace unos años empecé a armar “la playlist del verano” tienen el nombre de cada año “Verano 2025”, ¡y está buenísimo! Mientras te escribo esto me puse una de años atrás y es como teletransportarme a un lugar y un momento. (Entre la varieté hay varios temas de La La Land, se ve que la peli era reciente 🤣).
Tip práctico: la próxima vez que estés viviendo algo que querés recordar, prestá atención al entorno. ¿Qué estás oliendo, escuchando, tocando? Anclar esos sentidos al momento lo vuelve más inolvidable.
3. Romper el guion
“Lo que rompe con lo esperado, se graba más profundo.”
Los días que recordamos no suelen ser los más productivos, sino los que se salieron del molde. La cuestión es proponerse hacer algo distinto, (cómo cuando te dicen tomá otro camino de tu casa al trabajo), aunque sea pequeño: desayunar en el patio, escribir una carta a mano, poner una linda mesa un día de semana y encender una vela. Un finde conocer un pueblo cercano.
En mi caso acá también entran esas cosas que me da fiaca arrancar y después ahí ando, toda feliz, repitiéndome: ¿Por qué no hago esto más seguido?
4. Contar la historia (aunque sea solo para vos)
Los recuerdos se consolidan cuando los contamos. No hace falta que sea una gran narración: podés escribir unas líneas en una libreta, contarle a alguien lo que viviste, o grabarte un audio corto. Recordar también es narrar.
Y no hace falta viajar ni que te pasen cosas “importantes”: Ese cafecito y charla con un amigo, la palabra nueva que dijo tu hijo, una anécdota con tu mascota. Algo que esperabas y por fin llegó. Algo que no esperabas y te sorprendió.
📚 Estuve leyendo:
Me cuesta creer que la autora no tenga 80 años. Es hermoso el personaje que compone Adriana Riva, cómo logra meternos en la cabeza de Ruth sin que se vean los hilos.
Muy en sintonía con este Random, a Ruth se le pasó el tiempo. Parece que casi todo… pero no. Y hay algo de recordar en eso, pero me gusta que no está anclada en el pasado ni en las cosas que perdió (aunque añore). Es su vida de ahora la que la convoca: el día a día, sus clases de arte, sus amigas, la relación con sus hijos adultos, sus rutinas, también sus achaques físicos, los nietos. Hermosa lectura.
🧠 Proceso creativo:
Estoy con un nuevo enfoque y me está resultando muy bien. Tiene que ver con cómo manejo las distracciones.
“Toda distracción profunda abre una puerta. Debes permitirte estar distraído cuando eres incapaz de concentrarte.” — Julio Cortázar
Creo que mucho tiempo me la pasé tratando de pescar todos los distractores —los “ladrones del tiempo”— para eliminarlos o al menos tenerlos bajo control. ¿Te ha pasado?
Me gusta lo que propone la autora Madeleine Dore:
En lugar de luchar contra lo que te distrae, ¿por qué no enfocarte en proteger tu atención?
Esto me hizo acordar a una vieja idea de Sócrates que también me encanta para la vida entera, se refiere al secreto del cambio como la concentración de energía en construir lo nuevo en lugar de luchar contra lo viejo. (también es una idea nueva, desde las neurociencias)
Así que estoy haciendo un mix: proteger mi atención por bloques de tiempo (modo avión, bastante a rajatabla), y al mismo tiempo, darle lugar sin tanta culpa a las distracciones —que a veces me llevan por buen camino. También entendí que hay días y días en cuanto al nivel de energía y concentración que puedo tener. Y no pasa nada.
No es que no buscara antes períodos de concentración o bajas interrupciones, sino que me bloqueaba mucho cuando no podía conseguirlo.
Está resultando maravilloso. 🌱
Esto es todo por hoy. Da gusto estar de vuelta por acá. / abajo hay extras 😉
Podés leer envíos anteriores en este link: Blog de Random por Andrea
Estos envíos son gratuitos y seguirán siendo así, si te gustan una manera de colaborar para que estas ideas circulen es compartirlo, reenviar, o invitar a otros amigos a suscribirse.
Con cariño, como siempre, Andre ♥
+ Extras:
En este post de instagram te dejé unos tips para hacer travel journaling, documentar algo de un viaje sin que sea una carga (Junto con unas fotitos de Copenhague: enamorada de esa ciudad)
Esta nota sobre Microvínculos de María Eugenia Sidoti… qué hermosura. Me di cuenta de que me gusta mucho hablar con el taxista, el verdulero, el portero del colegio… y adoro a mi red de vecinas.
Momento chivo. No sé en que momento sucedió pero me quedan muy poquitos ejemplares de la segunda edición de Lo que pasa. ¿Qué hago? ¿Reimprimo? ¿Espero a tener listo el nuevo? mientras tanto si no lo leíste aún lo podés comprar acá: 📦 últimos ejemplares envíos a todo el país





Siempre tan en sintonía con tus random.
Que lindo "hacer que el tiempo cuente" y cuando hablás sobre las cosas que no son grandes hitos pero que le dan textura a los días, ay la palabra textura tiene textura ¿no? me encantó.
Beso enorme y nos vemos prontito ;)