¡Hola! Comienzo a escribir estas líneas desde Ciudad de México. Siempre pensé que los jugadores de fútbol exageraban cuando les iba mal en estos pagos y culpaban a la altura, pero se siente bastante.
Mi zona de confort era viajar por trabajo. Salir de mi zona de confort fue renunciar y quedarme en casa para evaluar otras alternativas laborales y terminar materias para recibirme.
Ahora mi situación es diferente: trabajo como freelance y soy mamá. Me costó mucho aceptar viajar esta vez. Si bien el proyecto y todo lo anexo era para un sí rotundo, algo en mí lo transformó en un desafío difícil de aceptar por razones que no tienen nada que ver con lo laboral. Tenía ciertos miedos, algunos ridículos (pero vieron ustedes como son los miedos, no siempre son muy razonables). Ahora salir de mi zona de confort fue aceptar viajar sola y salir de mi casa. ¡Justamente lo opuesto!
Tuve este insight (que es la forma cool de decir que te diste cuenta de algo):
La zona de confort no solo cambia de una persona a otra, sino que un mismo lugar – trabajo – relación – etcétera, en una etapa de nuestra vida puede ser desafiante y en otra limitante.
A veces escucho: “Nada bueno puede salir de la zona de confort”
+ Sinceramente: entiendo el punto. Pero para los que tenemos una tendencia al perfeccionismo, la autoexigencia y el burnout, esta idea puede ser peligrosa si, llevada al extremo, sentimos la compulsión de estar todo el tiempo en movimiento, presionándonos, incomodándonos, corriéndonos la zanahoria.
Porque la vida necesita pausas, porque está buenísimo mechar zonas de comodidad (de la buena) donde celebremos los logros, nos demoremos, tomemos nuevas fuerzas para un próximo desafío. No todo en la vida es eficiencia ¿no?
Y se me ocurrió hacerme de vez en cuando estas preguntas o filtros:
· ¿Cuánto hace que no hago algo por primera vez? No me quiero olvidar de ponerme en situación de aprendizaje/desafío de vez en cuando.
· ¿Qué es lo que me frena? Está bueno scanear un poco las emociones: ¿Miedo? (capaz que es momento de enfrentarlo. ¿Incomodidad? (muchas de las mejores cosas que hice o me pasaron me resultaron incómodas en principio) ¿Obligación? (si me estoy comparando con alguien más o haciendo una movida porque los otros esperan de mi no es un buen arranque)
· ¿Cómo estoy en mi zona actual? Alguien dijo por ahí “no te olvides que ahora estás donde hace tiempo querías estar”. Bienestar y comodidad no son malas ideas.
Dos cosas que me ayudan cuando “me incomodo” porque vale la pena: 1 / trato de no hacer grandes cambios en todas las áreas de mi vida a la vez y, 2/ contar con una “red de apoyo” puede ser de tan solo una persona, un amigo, un terapeuta, la pareja. (depende del tipo de cambio que enfrentamos y el momento, será esa red que nos pueda animar, contener y sostener)
Lo que estuve leyendo:
Lo recomiendo fuertemente.
Palabra del mes: Selah, es una palabra hebrea de la cual se desconoce exactamente el origen pero se cree que representaba una pausa o silencio en medio de la liturgia, cómo una invitación a pensar sobre lo último que se acababa de decir u oír.
¿Se puede reflexionar si no nos detenemos o hacemos silencio nunca? Selah
Estuve viendo: Dos charlas de Adam Grant.
Llegué a este autor por recomendación de alumnos y colegas. Lo bueno es que tiene charlas TED para un primer stalkeo =)
En Los sorprendentes hábitos de los pensadores originales Adam expone varias ideas relacionadas con su investigación (y libro) Originals , describe una procrastinación que es buena, habla también del miedo y la duda.
En esta esta otra charla ( pospandemia ) habla acerca de cómo dejar de “languidecer” que tiene que ver con una especie de falta de entusiasmo, sin causa aparente. Lo que me gustó mucho es que habla del término flow (fluir) pero de una forma comunitaria, de compartir con otros.
Proceso creativo:
“La procrastinación es un vicio si está ligado a la productividad pero puede ser una virtud para la creatividad” Adam Grant
¡wooooow!
¿Nos vemos?
El sábado 2 de julio voy a estar dando un taller-desayuno de journaling en Belle Espacio Creativo, un lugar hermoso de Rosario. La idea es arrancar un cuaderno nuevo que vas a intervenir en una mañana super divertida e inspiradora y llevarte un montón de ideas para seguir con este hábito genial como práctica creativa y de conexión personal.
Bueno, capaz que esto del taller es una buena excusa para hacer algo por primera vez. Y no cabe duda que en el proceso de escribir este mail he procrastinado creativamente, porque ya estoy de vuelta en Rosario.
Gracias por leerme, hasta la próxima.
Andrea
(agradezco feedback, corazoncitos y cualquier comentario)
Guau Andre!!, como siempre me siento tan identificada en varios puntos. Me hace bien leerte, me inspira y me motiva a seguir buscando en mi interior, a inspeccionar y salir de mi zona de confort y animarme a descubrir y no languidecer tanto, jajaja. Genia como siempre!!! espero poder ir al taller!!