¡Hola! Te escribo hoy desde el sur, tres días vencido agosto.
Me acordaba estos días que llegando a los 40 yo decía no sé que quiero ser cuando sea grande, más en serio que en broma. Creo que me pasaban dos cosas: una que me agarró la típica crisis de mediana edad, con sus preguntas existenciales ¿estudié lo que quería? ¿y si hubiese tomado el camino b? (cómo en elige tu propia aventura) ¿estoy viviendo en automático? ¿cambiar ahora es tirar todo por la borda? Y lo segundo que siempre tuve más de un interés y no sabía muy bien como manejar eso, dada la presión que recibimos de enfocarnos, especializarnos y ser terriblemente buenos en una sola cosa para no dilapidar esfuerzos o energía.
Algunos expertos aconsejan, cuando estamos muy perdidos de que es lo que queremos hacer con nuestra vida, ir a buscar info al niño o niña que fuimos. Preguntarnos qué cosas le gustaban o divertían, qué le despertaba curiosidad o causaba asombro, qué soñaba construir o cambiar en el mundo. Podemos llegar a estar tan desconectados de esos deseos más primarios que hasta necesitemos pedir info a padres, tíos, abuelos, para que nos cuenten como éramos, y en cierta medida recordarnos a nosotros mismos.
✏📙 Ejercicio de escritura: hacer un retrato de ese niño o niña como si fuese una persona que estás presentando a terceros.
Creo que esta puede ser una gran punta si estamos repensando estas cuestiones, pero como adultos también podemos descubrir que tenemos otros talentos e intereses, inclusive desarrollar nuevas habilidades. También con el tiempo podemos cambiar.
En mi caso, encuentro que esa niña interior que a veces está sumamente acallada porque yo me pongo el sombrero de persona-ocupada-seria) puja por las cosas que le interesan y que me hacen bien, y si le sigo un poco la corriente termina llevándome por buen camino.
Abraham Maslow (el de la famosa pirámide de necesidades) decía: No es común saber lo que queremos. Es un extraño y difícil logro psicológico. Hoy tenemos demasiado ruido alrededor, lo que creo dificulta escucharnos (a otros, a nosotros mismos), aunque vivimos en un momento de muchísimas oportunidades.
Me parece RE importante, tener el coraje de hacernos preguntas, animarnos a probar cosas nuevas, sin presión. Algunas tomarán formas más estables, otras solo serán pasamientos que nos nutran el alma. Algunas requerirán patear un poco el tablero y tomar riesgos, otras podrán acomodarse y convivir con lo que ya hay solo haciéndoles un poquito de lugar. No todas necesitarán monetarizarse.
Proceso creativo 🗯
Volviendo a la infancia: algo MUY específico y puntual que creo que podemos recuperar (o simular en condiciones de laboratorio, ja!) es la capacidad de juego. Qué también relaciono con la creatividad. Crear y jugar van de la mano. Y aquí me encuentro con un gran enemigo, y lo pongo en mayúsculas a modo de denuncia o escrache: EL CELULAR (bue, y su primo hermano Netflix, ustedes me entienden)
Escuchate esto ❕
(la voz de audio es de Maria Laffite, con Andy son, además de los papás de Bruni, los creadores de Tienda Lechuga)
Muy en relación con lo anterior, amé este post de la rosarina Marieta Defelice que ilustró con esta frase:
¡Esto es tremendo! Si nos ponemos a pensar que cosas como jugar un rato con los hijos o charlar con la pareja (estando presentes), empezar un proyecto, terminar una materia de la facu, aprender algo nuevo… todo eso puede tener lugar con solo dejar de lado un momento ese pequeño aparato que se transformó en una extensión de nuestra mano y que parece que necesitamos para casi todo.
Estuve escuchando:
Les dejo este episodio de podcast Darte tu flow . Es una columna del psiquiatra Lucas Raspall en Todo Pasa. Siempre comparto en los talleres de creatividad sobre el concepto de Flow. Me encantó como Lucas nos invita a encontrar eso que nos hace bien, a darle lugar, a protegerlo, y lo pone en términos muy simples y prácticos
Estuve leyendo:
Cortazar! Me acuerdo que mi primo Andrés super lector me lo presentó hace bocha de años y yo no creía estar preparada. Le tenía demasiado respeto. Esta edición: Animalia, es hermosa, reúne 21 relatos para conformar una colección de la fauna del universo cortazariano, y encima ilustrado por Isol Misenta.
Palabra del mes: feelgoodismo, es una forma de decirle al mandato de estar siempre alegres, sentirse bien todo el tiempo como una obligación. (Lo leí en el Gato y la caja y me dejó pensando)
Trabajando en ✂✏
Salió el primer encuentro de Experiencia Journaling y superó todas mis expectativas. Se me metió en la cabeza que la experiencia fuera totalmente analógica y eso me resultó un lindo desafío. Estoy totalmente happy con lo vivido ese día y las repercusiones. Si sos de Rosario te cuento que quedan solo tres lugares para la segunda edición.
⚡Notición: tengo invitaciones a replicar la experiencia en Capital y en conversaciones con otras dos ciudades. Ampliaremos. Happy Happy.
Imaginar. Jugar. Crear. Hacer cosas con las manos. Cómo necesitamos más off line. ¿no? Pero también las pantallas nos dan la posibilidad de descubrir, aprender, conectar. La clave tal vez sea no perder la habilidad de abrir y cerrar las puerta para salir a jugar.
Gracias por leer y si te gustó vale compartir = )
Hasta el próximo Random, Andre 🧡
(Todavía no sé muy bien que quiero ser cuando sea grande, pero estoy contenta y explorando todo lo que puedo ser ahora)
Que lindo es leerte! y reflexionar.
Me siento plenamente identificada con esta frase: (Todavía no sé muy bien que quiero ser cuando sea grande, pero estoy contenta y explorando todo lo que puedo ser ahora)
Yendo a escuchar ese podcast