Random#2
¿Se puede prescindir del autobombo y que nos vaya bien?+ Proyecto Libro + Momento creativo para desenchufar.
¡Hola! ¿Cómo arrancaste marzo?
Una lectora me recomendó agregar el tiempo total de lectura y me pareció una gran idea. A ritmo tranqui y de un tirón hoy es de 5,09 minutos*. (Gracias Martina por la sugerencia)
Arranco con un temón que, creo, nos cuesta poner en palabras, y en consecuencia, decidir como manejarnos con ello.
¿Es realista renunciar al autobombo y esperar a que otros reconozcan nuestro trabajo?
La pregunta es válida y frecuente. Autobombo, autopromoción, marca personal, mostrar quién está detrás de la marca, que tu jefe se entere que la idea fue tuya… Llamalo como quieras, pero parece ser, que la consigna es no pasar desapercibido en un contexto donde todos competimos, en cierta forma, por la atención de alguien más.
Del “saber hacer” pasamos al “hacer saber”, dijo alguien.
Para quienes son independientes hoy en día dedicarle tiempo a darse a conocer parece ser una cuestión de subsistencia. Sumado al trabajo diario, otro extra: el laburo de que se conozca y conseguir nuevos proyectos / clientes. Uf! Muchos freelance respiran cuando pasan a trabajar en relación con una empresa, porque ya no tendrán que ocuparse de ello.
Pero si trabajás con un contrato fijo también te ves forzado a plantearte estas cuestiones, aunque con ciertas diferencias. ¿Cómo ser considerado para proyectos interesantes?, ¿Cómo destacar para acceder a mejores puestos?, sobre todo en empresas promueven la competencia interna, pero también en las que fomentan la colaboración y donde todo un equipo se lleva el mérito del trabajo de unos menos. ¿Cómo justificar un aumento de sueldo o el merecimiento de ciertos beneficios?
Vemos la autopromoción como necesaria, pero nos genera incomodidad, nos da pudor. Tal vez porque somos espectadores de cierto autobombo que nos hace ruido y al cual no nos queremos subir. Algunos deciden hacer acciones de todos modos, porque “son las reglas de juego” y lo padecen. Otros, “esconden su luz bajo la mesa” pero se quedan con las ganas de dar a conocer de manera auténtica lo que hacen, por miedo de ser metidos en la misma bolsa, generar envidia, o dar una impresión de arrogancia.
Más allá de las redes, esto de la autopromoción se traslada a otros asuntos, por ejemplo, cuántas colaboraciones hacés (no pagas) con organizaciones o medios, a cuántos eventos asistís porque “garpa” para tu imagen estar en ciertos lugares, o porqué podés generar ciertos contactos.
Sin embargo, se dan cosas positivas y comprobables cuando nos animamos a salir del anonimato y compartir lo que hacemos. Aprendizajes, intercambio con colegas, proyectos copados, y nuevas oportunidades pueden venir de la mano de darnos a conocer.
Entonces, ¿cómo mostrar lo que hago?
Considero importante definir qué es para vos una promoción saludable y sostenible de tu trabajo, y separarlo de lo que es fanfarronear con poca modestia.
Te dejo un par de ideas que me sirven:
No descuides tu generación de valor. Un trabajo bien hecho, un cliente/paciente/alumno satisfecho es la mejor promoción del mundo.
Poné un limite al contenido: no hace falta que muestres TODO, y es importante establecer qué cosas NO querés hacer, inclusive que áreas de tu vida NO estás dispuesto a exponer. No hagas porque todos hacen. Elegí vos los canales y las formas con las que te sientas cómod@ y potenciá ahí.
Poné un límite a los costos: cuánto tiempo vas a dedicarle, a cuántas reuniones o eventos sociales estás dispuesto a asistir, cuánto dinero invertir.
Mostrá genuinamente tu trabajo, tus procesos, tus aciertos, las cosas que superaste inclusive. La falsa humildad y la queja “de lo bien que me va y estoy desbordado” parecen el “lenguaje” de la promoción personal, pero generan rechazo.
Por último:
Tu trabajo tiene que ver con lo que hacés y ofrecés (las obras que producís, el producto que vendés, el servicio que prestás). Hay gente que va a resonar con eso y otra no. Entender esto te anima a compartir más libremente sabiendo que no va en ello tu valía personal.
Lecturas recomendadas:
Si trabajas a contrato en una empresa: Autopromoción inteligente , una nota del Harvard Business Review
Si sos freelance/artista/profesional independiente el libro Aprende a promocionar tu trabajo de Austin Kleon es un “must” (Aquí mi post reseña)
Palabra del mes:
SENCILLO: Que presenta pocas dificultades o complicaciones.
Trabajando en:
“Proyecto Libro” es un taller on line que voy a dar el sábado 9 de abril, está dirigido a personas que estén considerando escribir un primer libro, o ya lo estén trabajando y necesiten definir cuestiones como corrección, precio, canales.
Antes de despedirme, te dejo una idea para una pausa creativa.
No se necesita mucho: revistas viejas, papeles usados, tijera y pegamento. Tal vez alguna lapicera o colores para intervenir. La idea es no pensarlo mucho. La actividad de “collagear” va mucho más allá del resultado obra-collage. ¡A fluir! cortar cosas que te llamen la intención y ponerlas a jugar, probar acá y allá hasta que te provoquen cierta armonía. Es una actividad super relajada, sin pantallas de por medio. Me encanta hacerlo sola para desenchufar pero también es genial para compartir con hijos, sobrinos, inclusive con un mate y amigos.
Acá te dejo inspiración, un cuaderno de Oliver Jeffers (artista que me encanta y descubrí gracias a literatura infantil)
Esto es todo por hoy. Si algo te gustó vale compartir o hacermelo saber.
G R A C I A S x L E E R =)
Andre
nota* el tiempo estimado lo calculó el lector de Word, no incluye profundizar en los links.
Gracias a Flower Papucci x la foto linda con los libros.
Buena observación...lo comento con Dama q justamente esta arrancando en su carrera como arquitecta,así que agradecida xq me permite hablar con buena base....y como dices ella está con cosas para mostrar, ideas,besos y más gracias!!!
Siempre encantada leerte